Permítanme empezar por el final para darles mi opinión sincera. Estamos llegando, lentamente y con dificultades, al final del túnel. Lo cual no implica que ese final sea crecer al 3% anual, endeudarnos otra vez, el Ibex a 12.000 y vacaciones en Marbella. Nos espera una década dura de ajustes y valoraciones deprimidas, porque el mundo está desacelerando su crecimiento.
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