Publicado hace 11 años por Gemita666 a javicrespo.blogspot.com.es

Imaginemos que un grupo de colegas organiza un fiestón donde todo el mundo se lo pasa genial y en el que los invitados se exceden como si no hubiera un mañana. Imaginemos también que, por razones que desconoces, tú te has quedado en casa tranquilamente porque ni te han invitado ni sabías muy bien que había siquiera dicha fiesta. Imaginemos ahora que, al cabo de unos días, te llega un recibo donde se te factura todo el gasto de la bacanal.