Poco se podían imaginar los componentes del vuelo que se preparaba el domingo 23 de julio de 1950. Para las personas que la vivieron y llegaron a sentir de cerca el peligro, aunque no cuesta imaginar que aquellos momentos hayan permanecido grabados en su memoria para siempre. Pero no sucedió así para el avión, ni para las gentes del pueblo de Córneas y sus alrededores, ni para los soldados de aviación que tuvieron que hacer guardia para proteger el avión. Relacionada: Hitler está enterrado en Galicia