Como si fuera el momento justo, los talibanes lanzaron dos de sus ataques más atrevidos en Afganistán el mismo día en que Pervez Musharraf renunció como presidente de Pakistán, abriendo un vacío político en ese país y poniendo en duda la continuación de su cooperación en la “guerra contra el terror” de EE.UU.
Comentarios
Si es que lo de intentar luchar contra el pueblo nunca ha funcionado (mal que nos pese en este caso).