La Comisión Europea ha presentado la propuesta “Ómnibus de alimentos y piensos”, que desmantela algunas de las salvaguardas fundamentales frente a los pesticidas, a la hora de evitar la contaminación de tierras, alimentos y acuíferos. Ante la presión de fuertes intereses corporativos, la Comisión concede a la mayoría de los pesticidas una aprobación indefinida, eliminando la obligación de reevaluar de forma periódica el peligro que suponen las sustancias activas, proceso que ha permitido la prohibición de 162 sustancias nocivas desde 2011.