Por más que se empeñen los de Igualdad Animal, hay un hecho incontrovertible: a los gatos les encanta la carne. No sólo les encanta; se mueren si no la comen. Esta verdad incómoda fue eludida por los dueños de Roger, un minino de tres meses, cuyos dueños –una pareja vegana de Melbourne- alimentaron desde su nacimiento con una estricta dieta vegana, consistente en patatas, leche de arroz y pasta, que le costó seis de sus siete vidas.
Comentarios
Chalaos hay en todos laos, pobre gato
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#2 lo alimentaban con patatas y arroz, no con un preparado hecho ya a posta con las proteínas y grasas que necesitan.
Vamos, yo no le daría al mio eso, pero entre eso que pones y lo que le daban no era lo mismo.
Los veganos son el mejor argumento en contra del veganismo.