Hace 8 años | Por jtdoc a jotdown.es
Publicado hace 8 años por jtdoc a jotdown.es

Ir al cine mola. Mola mucho. Mola porque ves una película, claro, y durante un rato te escapas del mundo y paseas a veinticuatro fotogramas por segundo por las vidas, las aventuras o los pesares de otras personas. Surfeas emocionalmente de ola en ola, saltas desde la leve y terrenal que nace en la orilla de tus propias preocupaciones hasta los embravecidos tsunamis que azotan las costas de galaxias lejanas, templos perdidos, territorios del sueño, grandes hoteles o mapas esculpidos con sangre de baqueta sobre la piel de una batería...