Hace 1 año | Por jelzimoñac a jotdown.es
Publicado hace 1 año por jelzimoñac a jotdown.es

En los últimos años el sector de la crítica ha puesto de moda una nueva etiqueta, el concepto de «terror elevado». Una idea que nació para designar a los horrores más recientes: cintas como Babadook de Jennifer Kent, La bruja de Robert Eggers, Déjame salir de Jordan Peele, It follows de David Robert Mitchell o aquellas Midsommar y Hereditary que firmó Ari Aster. Películas de terror a las que les suponían temáticas dramáticas, con más ingenio y recovecos argumentales que los habituales en el género. Un «terror elevado» que es, por tanto, el ref