Me comentaba una vecina que gracias a la pandemia había descubierto que no necesitaba irse de vacaciones a tomar por saco para ser feliz. Forzada por las circunstancias, no le quedó más remedio que irse a su pueblo en lugar de coger un avión a algún destino exótico. Sus hijos, con los abuelos y en mitad de la naturaleza, se lo pasaron mejor que nunca en su vida. A otro amigo le pasó lo mismo, lleva al crío a la aldea en Galicia con las vacas y luego no quiere volver a la ciudad ni atado.
Comentarios
La enésima idealización "del pueblo" de los que parece no haber ido nunca a uno.
#1 En mi aldea hacemos campamentos urbanos y se traen skaters y grafiteros en plan misiones culturales para los pobres niños silvestres
#1 Pue yo vivo en uno y estoy encantado. Eso si, no es una aldea perdida.
Ya, y fueron en el Seat Panda que es mucho mejor que el Mercedes de leasing que tuvieron que devolver.
El que no se consuela es porque no quiere.
¿Gente que tenía un pueblo pero no habían ido nunca de vacaciones a él?
#3 gente de clase media que ha descubierto que no puede permitirse una semana de vacaciones en la playa en uno de los países más baratos para ese tipo de turismo
Ricos que descubrieron que siendo pobre también se es feliz.
#5 Más bien urbanitas venidos a menos tratando de explicar que su cambio vacacional de hotel a casa de la familia no es por necesidad, sino por elección propia.
La misma saeta de siempre.
Este artículo huele tanto a viejuno que hasta la leche de la nevera se me ha puesto rancia.
Pueblo para los críos: calle, libertat, travesuras etc ....
Todo lo en la ciudad no pueden.
Eso es, no viajéis en avión, dejádselo a los ricos. Y en coche no vayáis demasiado lejos, eh.
Los niños se desarrollan y aprenden más en un entorno controlado con naturaleza que de viaje por ahí en el extranjero. Y es más ecológico.
Y refuerzan los vínculos familiares.