Las vacas frisonas –las lecheras convencionales– tienen cuernos. Para evitar percances con los granjeros, se cortan o queman. Es una práctica dolorosa por la que los dueños del ganado tienen que pagar unos 40 euros por ejemplar. Las vacas sin cuernos por lo tanto ahorran dolor y dinero. La manera más eficaz de conseguir vacas lecheras sin astas es modificando su genoma en el laboratorio.
Comentarios
Como mi mujer, siempre la he sido fiel.
#2 Como mi mujer, siempre la he sido fiel.
cc/ #1
#1 ¿ y no será mas bien siempre le he sido fiel ?
#5 Soy mujer.
#1 http://m.filmaffinity.com/es/movie.php?id=175479
Eso creen ellas, la vaca siempre es la última en enterarse.
"Las vacas sin cuernos por lo tanto ahorran dolor y dinero"
Vale lo del dolor, pero acaso regalan las vacas modificadas geneticamente?
Al final dejaran a las vacas en solo ubres...
¿¿¿Pero qué aberración es ésta??? De nuevo el ser humano jugando a ser dios...
Ahora por los pollos sin pico.
¿Aquí? ¿Dónde? ¡No me digas que está detrás mío...! ¡¡¡AAAAAAHHhhjj qué susto!!!