Hace 7 años | Por --516445-- a magnet.xataka.com
Publicado hace 7 años por --516445-- a magnet.xataka.com

Puede resultar difícil ponerse en la piel de un preso en su última comida, pero la pregunta es sencilla: ¿realmente se tienen ganas de comer? Una de las peculiaridades es que esta "última cena" permite pedir lo que a uno le plazca: desde comida basura hasta el caviar más bueno. ¿Todo el mundo la pedía? No. Los estudios realizados demostraban que el 21% de los presos preferían no optar a ese último deseo culinario. Incluso algunas excepciones la solicitaban, pero como un último gesto simbólico.

Comentarios

Ripio

#0 Cuidado. Duplicadisima.

D

Yo pediría un chicle como ultima cena y les diría que esperen a que lo acabe.

a

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