Hace 2 años | Por Izaga a elpais.com
Publicado hace 2 años por Izaga a elpais.com

Dejarlo todo atado y bien atado. Este es el principal motivo por el que las personas hacen testamento. Basta papel y bolígrafo o acudir a un notario para evitar más de un problema legal a la familia. O no. Las últimas voluntades del fallecido pueden esconder alguna que otra sorpresa para los parientes, como cuando el difunto impone a sus sucesores condiciones y cargas. La justicia ha dado cuenta en numerosos pleitos de las consecuencias de incumplir los deseos de los muertos.

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filosofo

Las condiciones testamentarias pueden ir más allá. Se puede exigir que se acabe la carrera, que se cuide de la mascota del muerto o, incluso, que se construya una residencia de ancianos. María Teresa Barea, portavoz del Consejo General del Notariado, reconoce que, aunque no es lo más habitual, sí se ha encontrado con alguna de estas cláusulas

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