Hace 2 años | Por Arariel a cualia.es
Publicado hace 2 años por Arariel a cualia.es

Tras la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos –y, con ellos, el bloque occidental capitalista– se sumieron en una esquizofrénica ambivalencia a la hora de imaginar el futuro. Por una parte, la Guerra Fría y la proliferación nuclear dieron lugar a una praanoia generalizada y un justificado miedo al apoalipsis atómico. Por otra, el avance de la tecnología en múltiples ámbitos y su disponibilidad para franjas cada vez más amplias de la población, hacía que muchos soñaran con una mañana brillante en el que todo sería posible.