La que es considerada una de las mayores traductoras literarias de Argentina —por sus manos pasaron las obras de Vladimir Nabokov, Albert Camus, William Faulkner, Henri Michaux, Ray Bradbury o Gustave Flauvert— también fue un ejemplo de entrega absoluta a la literatura, como demuestra el sorprendente volumen en el que ésta ha aparecido recientemente incluida: 'El libro de Aurora. Con el subtítulo de “Textos, conversaciones y notas de Aurora Bernárdez”, lo que encontramos en esta antología es el trabajo silencioso de una vida.
Comentarios
#1 No, hacerse pajas no cuenta
¿Quiere esto decir que cualquier trabajo silencioso al que nos entreguemos con total dedicación durante toda una vida y sin esperar nunca que nadie más participe de ello, excepto nosotros mismos, nos convierte en seres puros?