Hace 9 años | Por tucan74 a xatakaciencia.com
Publicado hace 9 años por tucan74 a xatakaciencia.com

El recipiente en el que tomamos nuestro café ha ido evolucionando con los siglos hasta el punto de que podemos sujetar el recipiente, lleno de bebida muy caliente, sin quemarnos los dedos. Las tazas de café acostumbran a ser de loza porque este barro fino, cocido y barnizado conduce muy mal el calor.