Hace 8 años | Por armando.morles a yorokobu.es
Publicado hace 8 años por armando.morles a yorokobu.es

La historia por la que el artista y cineasta Julien de Casabianca empezó con su proyecto, Outings, es algo así como un cuento medieval escrito en las páginas del siglo XXI: «Comencé porque vi a un bella muchacha en una pared, prisionera en una pintura, en un marco, prisionera en un castillo llamado Le Louvre». Casabianca es el hombre responsable de que en los últimos meses ciudades de todo el mundo hayan empezado a transformar sus calles en museos clásicos a la intemperie. No todos los resultados son suyos.