Las tecnologías actuales para la transferencia y el procesamiento de la información son desafiadas por límites físicos fundamentales. Cuanto más potentes se vuelven, más energía necesitan y más calor se libera al medio ambiente. Además, hay límites físicos en la pequeñez y la eficiencia de los dispositivos de comunicación. El nuevo descubrimiento realizado por físicos en la Universidad Martin Luther Halle-Wittenberg (MLU) y la Universidad de Lanzhou en China ofrece una nueva ruta para avanzar en estos temas, tal y como describen sus autores.
Comentarios
#3 Entre leer la carta y mover agujeros negros creo que hay un par de ellas mas
#4 Yo creo que no hay más que sean conocidas.
Los extraterrestres existen, lo sé porque me hablan dentro de mi cabeza. Pero ¿por qué no hemos detectado aún sus radios? La única explicación es que no usan las radios igual que nosotros abandonamos el tam tam. Transmiten sus datos de otra forma. Con tantos campos cuánticos como hay, alguno tiene que ser.
Será este o no, pero alguno será. El día que podamos escuchar a los aliens, ser radioaficionado molará otra vez.
QRZ
#1 las ondas de espín requieren de un sustrato material. Difícilmente son candidatas a ser usadas para comunicaciones interestelares. El interés de las ondas de espín está más en la posibilidad de abrir nuevas formas de computación, no para transmitir información.
#2 Revisemos cuantas formas hay de transmitir información:
- Enviar una carta por correo (mover objetos con masa, electrones incluidos)
- Gritarsela a la vecina por el patio (vibraciones, magnones, etc.)
- Leer la carta por la radio (luz)
- Mover agujeros negros de forma creativa (gravitones, poco práctico de momento)
Tienen que haber más.