Hace 4 años | Por --175549-- a rtve.es
Publicado hace 4 años por --175549-- a rtve.es

Para llevar a cabo sus planes Hitler se rodea de una amplia red de colaboradores. En el círculo más próximo Goering, Goebbels y Himmler. Y entre los hombres que ejecutan las órdenes sobre el terreno: los funcionarios del tercer Reich, que cometen los crímenes y las atrocidades. Como Rudolf Hoess, el verdugo de Auschwitz. Hitler ha tardado más de quince años en reclutarlos. ¿Cuál es el cometido de cada uno de ellos?

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Noctuar

Me parece que ellos no pensaban estar cometiendo un mal sino que estaban convencidos de que lo que hacían estaba bien o estaba enfocado a lograr un bien. Presentar a sus protagonistas como simples malvados o psicópatas es malinterpretar el fenómeno del nacionalsocialismo y otros fenómenos históricos similares que también provocaron fanatismo, guerras y genocidios. Algunas observaciones al respecto del psiquiatra Pablo Malo me parecen en gran medida acertadas:

"Claramente, algunos de los responsables de las barbaridades nazis eran personajes muy patológicos pero en los genocidios en general participa mucha gente y gente del pueblo llano y no se puede sostener que todos ellos sean unos psicópatas. En este apartado dedica mucho tiempo al caso Eichman y al análisis que de él hizo la filósofa Hanna Arendt que acuñó famosa frase la “banalidad del mal”. Eichman era un tipo vulgar que cumplía órdenes y no era un alienígena monstruoso diferente a nosotros. También hay estudios de personalidad de los nazis y, en general, no son diferentes a las personas normales. Pero recurrir a la explicación psicopatológica tiene la ventaja de que nos tranquiliza, nos hace pensar que estas cosas las hacen demonios o lunáticos y nos permite distanciarnos psicológicamente de ellos y considerar que pertenecen a otra especie. Gente normal puede verse metida en un contexto social determinado y seguir a sus líderes por el camino de la masacre."

https://evolucionyneurociencias.blogspot.com/2017/08/como-la-gente-normal-se-convierte-en.html

Si uno lee atentamente el Mein Kampf, y otros textos que inspiraron el nacionalsocialismo, comprobará que sus autores defienden la idea de que el racismo y la supremacía son nada menos que imperativos sagrados que deben ser acatados para cumplir con la voluntad de Dios. Pero su idea de Dios no tiene nada que ver la idea de la divinidad judeocristiana sino que se trata de una especie de espíritu que trata de manifestarse en la materia y de ir logrando formas cada vez más desarrolladas en inteligencia y poder. Así, exterminar a los débiles y los degenerados sería acorde con la voluntad divina.

PedroMateu

¡Todos gayers!!