Hace 6 meses | Por jelzimoñac a elpais.com
Publicado hace 6 meses por jelzimoñac a elpais.com

El neoconservadurismo hoy rocoso de algunas de las mejores figuras intelectuales de la democracia tiene antecedentes históricos, pero no hay ley fatal alguna que lo explique: la edad no daña por sí sola. Lo que la sociedad española ha empezado a padecer en los últimos años, desde el inicio del siglo XXI, es la propensión precisamente díscola y altanera, provocadora y desafiante no solo de sus nuevas huestes juveniles sino de los antiguos bastiones de la autoridad intelectual, los responsables activos de la transformación civil y moral que vivió