En 2023 se publicó un paper que identificó 63 sociedades tradicionales y encontró que en el 79% de ellas, la caza era una actividad llevada a cabo en partes iguales por hombres y mujeres. Los titulares no se hicieron esperar: se había derribado el mito de la división del trabajo, que no era más que un sesgo de género y un ejemplo de cómo la ciencia sucumbía a estereotipos sexistas. En 2024 el artículo fue revisado por 15 antropólogos expertos en cazadores-recolectores y encontraron errores de bulto que le restan cualquier credibilidad.
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De hecho, además de observar que la caza, especialmente la caza mayor, era tarea fundamental de los hombres en sociedades de cazadores-recolectores, hay que comprender que, como tarea más peligrosa que requería un esfuerzo físico mayor, es de sentido común comprender la necesidad de aprovechar las diferencias fisiológicas que en esa tarea beneficiaban al sexo masculino, y es deducible que el grupo prefiriera preservar la integridad física de las mujeres, ancianos y niños no haciéndoles responsables directos de ese tipo de actividades. En añadido, para los conflictos inter-tribales se tenía que dar por fuerza la misma situación, dado que, en origen, se usaban las mismas herramientas para la caza que para la guerra y, por extensión, el caudillo militar y el líder político solían ser la misma persona. De ahí la prevalencia, durante muchos siglos, de las figuras masculinas en la política, que era una actividad a menudo indisociable de la guerra
En general tenemos una idea muy equivocada, no sólo respecto de las labores. La sociedad neandertal llevaba a cabo cuidados de ancianos y enfermos y no dejaba a nadie atrás.
https://www.lavanguardia.com/cultura/20180316/441560770301/compasion-neandertales.html?facet=amp