Lo que hacemos es consecuencia de lo que somos y, por lo tanto, si no hemos elegido lo que somos no hay mucho lugar para decir que hacemos libremente lo que queremos. Pero, como se suele decir, el jurado sigue reunido y no hay todavía sentencia final sobre esta cuestión. Sin embargo, la sociedad está llegando a una solución innovadora y original al problema. La nueva respuesta es que los hombres sí tienen libre albedrío pero las mujeres no.

Comentarios

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Demasiadas incoherencias y ahora la ONU se suma al carro. A la que nos metamos de lleno en las falacias no habrá manera de salir.