El escritor de ciencia ficción Kurt Vonnegut y la Inteligencia Emocional creada por los estudiosos de la Universidad de Vermont tienen algo en común: han defendido que todas las historias jamás contadas siguen las mismas curvas emocionales. Entre ocho y cuatro, en concreto. Vonnegut creó en los años 90 una tesis completa respaldando su teoría, y creía que los ordenadores del futuro serían capaces de poner negro sobre blanco todas aquellas “sencillas” y “preciosas” líneas emocionales narrativas.
Qué chorrada, para esto no hace falta una IA. Evidentemente si clasificamos las historias por sus "subidas bajadas" esas son las combinaciones posibles. Pero si las clasificamos por otros criterios, el número de tipos de historias será muy diferente. Como ejemplo tonto, digamos que solo existen dos tipos de novelas: las que tienen un numero par de páginas, y las que tienen un número impar.
Lo gracioso es que la mayoría de seres humanos siguen prestando más atención al argumento de las historias (que suele ser algo mil veces escuchados) que al tema de las mismas o, tal vez más importante pero más difícil de apreciar, a la forma en que se cuentan. Y por "difícil de apreciar" quiero decir que requiere de un cierto esfuerzo y unos conocimientos previos, como la música o el arte contemporáneos, por citar dos de esas cosas que aquí hace "el sobrino" de cualquiera.
Comentarios
Qué chorrada, para esto no hace falta una IA. Evidentemente si clasificamos las historias por sus "subidas bajadas" esas son las combinaciones posibles. Pero si las clasificamos por otros criterios, el número de tipos de historias será muy diferente. Como ejemplo tonto, digamos que solo existen dos tipos de novelas: las que tienen un numero par de páginas, y las que tienen un número impar.
#4 En realidad existen tres: Las que me he leído, las que no me he leído todavía y las que nunca me voy a leer.
Yo creo que se pueden reducir a 3: comedias, tragedias y a una mezcla entre ambas, aunque tal vez las dos primeras no existan puras.
Da igual el formato.
#3 Creo que la mezcla se llama drama.
Algo de todo esto ya lo sabía Aristóteles.
Lo gracioso es que la mayoría de seres humanos siguen prestando más atención al argumento de las historias (que suele ser algo mil veces escuchados) que al tema de las mismas o, tal vez más importante pero más difícil de apreciar, a la forma en que se cuentan. Y por "difícil de apreciar" quiero decir que requiere de un cierto esfuerzo y unos conocimientos previos, como la música o el arte contemporáneos, por citar dos de esas cosas que aquí hace "el sobrino" de cualquiera.
Me quedo mucho mas tranquilo
Blockchain et 5 +
Solo existen dos tipos de noticias:
Las buenas y las malas
Jaque Mate AEDE, ya nadie volverá a leer un periódico
#xatakamierda