Al parecer la Operación Antropoide y la fortificación de las fronteras no fueron las únicas armas para combatir al nazismo. Un grupo de ocultistas convocaron al, por entonces, presidente Edvard Beneš para proponerle algo al menos insólito: asesinar al Führer con magia.
Comentarios
Pero como había mucha gente rezando por él, los efectos se anularon.
#1 Sí, pero al final no lo mataron, "se suicidó" (Tú ya sabes) . Lo lograron aunque un poco tarde.
Prueba irrefutable de que la magia funciona, aunque sea con retraso.
#3 La gente no rezó lo suficiente.
#4 No se puede rezar toda la vida como si no hubiera un mañana. Estaba escrito.
#3 Ese tipo de magia siempre funciona por retraso.
Esto demuestra que los ocultistas son unos defraudadores, estafadores, mentirosos y embaucadores.
El único intento ocultista serio de matar a Hitler fue el de los que intentaron esconder las bombas