Hace 7 años | Por kikuyo a alpoma.net
Publicado hace 7 años por kikuyo a alpoma.net

¿Un ventrílocuo inventor? Ciertamente, y además de un ingenio sin fin. Francisco Sanz Baldoví, titiritero y artista sin igual, no fue un simple ventrílocuo que animaba marionetas de trapo con una mano ensartada en la espalda del muñeco, nada de eso. Lo más asombroso de Francisco Sanz es que dio vida a toda una compañía de actores mecánicos, verdaderos autómatas de tamaño real que levantaron el asombro de medio mundo en su época.