Hace 7 años | Por Pablo21 a ahoraleon.com
Publicado hace 7 años por Pablo21 a ahoraleon.com

Las manos del relojero siempre son precisas. Aunque llenas de imperfecciones, eternamente perfectas e inalterablemente exactas. Un don milimétrico que confiere al relojero un carácter casi sobrehumano.