Publicado hace 8 años por --375782-- a hominidas.blogs.quo.es

Sin pasión, nos habríamos quedado en la cueva y la glaciación, o un oso, se habría tragado al último Homo Sapiens. Todos los vivos hoy, somos descendientes de innumerables pasiones que acabaron con éxito. A otros, también apasionados, les aplastó un mamut (probablemente). Pero todos los nuestros son los ancestros que bajaron del árbol, dejaron la cueva y se quitaron los calcetines para cortejar a machos y hembras, lloviera o tronara, hasta encontrar pareja… De ahí que 16 millones de personas en este planeta sean todas de la misma familia que

Comentarios

pablicius

Esto de confundir instintos de supervivencia y de reproducción con pasión debe de ser algo muy del primer mundo y su vida en entornos acomodados. No me imagino a nadie a punto de ser comido por un oso, o simplemente con hambre de verdad, diciendo “¡Uff, qué pereza!”, como sugiere el artículo.

Chorrada ombliguista occidental.