La secta de los drusos se escindió del islam chií en el sigo XI. Señores de su reino en las montañas y férreamente unidos a su comunidad, desde entonces han maniobrado de manera hábil para asegurar su supervivencia posicionándose como aliados o como enemigos de los grandes poderes según les era más conveniente. En la actualidad, aunque olvidados por los medios, continúan presentes en los distintos contextos políticos en los que se insertan, configurándose como actores fundamentales para entender las dinámicas de la región.
Comentarios
Tan es así, que a veces se les ha llamado cristianos drusos.
No hace falta cachondearse de los gangosos, como hace Arévalo. Se dice rusos
Sólo así serán drespetados
Muy buen artículo
Un artículo muy interesante