El bebé portugués que nació sin una mano y que popularizó en Galicia el verbo taponear como la acción de coleccionar tapones de plástico (aunque en la RAE su única acepción reconocida es la de obstruir), ha apagado las once velas con la misma sonrisa que conquistó a miles de personas, pero ya con dos manos.
Comentarios
Lo de los ordinales ya si eso para el siguiente titular.
Felicidades al chaval en su undécimo cumpleaños.