Hace 9 años | Por paumal a culturainquieta.com
Publicado hace 9 años por paumal a culturainquieta.com

El 28 de octubre de 1991, justo cuando Nirvana hizo saltar en pedazos el libro de reglas del rock'n'roll, con su debut discográfico Nevermind, el fotógrafo de Austin, Kirk Weddle, recibió el encargo de realizar las fotos de la banda para promocionar el inminente bombardeo. ¿Su idea? Reunir a la banda en una piscina para imitar la imagen de la portada del álbum, el famoso bebé desnudo que había fotografíado un par de meses antes.

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