Hace 3 años | Por ccguy a es.noticias.yahoo.com
Publicado hace 3 años por ccguy a es.noticias.yahoo.com

Resulta que el referido sacerdote acudía a la mencionada calle para llevar sus sotanas a ser cosidas por una joven viuda llamada Manuela y que trabajaba como modista en un pequeño taller que tenía en su propio domicilio. Parece ser que el religioso acabó enamorándose perdidamente de aquella mujer, hasta tal punto que eran continuas las visitas que éste le hacía, levantando las sospechas de los vecinos de la modista. Diego, un hortelano que vivía por la zona, llegó a llamar la atención del cura, advirtiéndole que su conducta no era la esperada.

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