Atahualpa ofreció llenar de oro y plata una habitación hasta donde alcanzara su mano, a cambio de su libertad. No lograría ésta, pues acabó ejecutado ocho meses después ante los indicios de que estaba organizando a distancia una rebelión (...) en Cajamarca se conserva una especie de galpón que la tradición identifica con aquella famosa habitación.
Comentarios
Impresiona pensar en esa habitación llena de oro y plata