Hace 5 años | Por MKitus a yorokobu.es
Publicado hace 5 años por MKitus a yorokobu.es

Cuando te pones a imaginar cuán pequeñas pueden llegar a ser algunas de las cosas más interesantes del mundo, tu cabeza te avisa con un sonido pulsátil de que está a punto de explotar. No, es broma. Tu cabeza no explotará porque sencillamente somos incapaces de imaginar cosas demasiado pequeñas. Lo que sí que puede que suceda a continuación es que se tensen algunas de sus costuras. Al menos, es lo que vamos a intentar ahora. Como nuestro cerebro no parece diseñado para entender lo ínfimo (ni lo grandioso), vamos a hacer pequeñas aproximaciones

Comentarios

oceanon3d

El asunto de doblar la hoja de papel me impresiona mas cada vez que lo leo.

D

Mil ángeles danzando.