Cuanto mayores son los ingresos de una persona, mayor es la proporción de sus gastos que destina a adquirir bienes de lujo. Dicho así, esto parece una trivialidad; al fin y al cabo, quienes tienen cubiertas sus necesidades básicas disponen de recursos para obtener otros bienes o disfrutar de servicios no tan necesarios o del todo innecesarios, de hecho. Pero lo cierto es que no es tan trivial. Además, el uso que hacemos de los recursos no solo está condicionado por el nivel de ingresos.
Comentarios
Aquí tenemos a la derecha mileurista llorando porque los ricos no se puedan comprar un nuevo yate.
#2 Y a la "izquierda" cuencoarrocista, que cree que debe cobrar esos mil y poco euros, y luego aplaude a deportistas y famosos que ganan millones, justificándo lo primero y lo segundo.
Saludos.
Muy interesante, está bien que se hagan estudios sobre fenómenos que se observan informalmente para poder medir las consecuencias y entenderlos mejor.