Por experiencia sabemos que cuando la mente es invadida por imágenes y pensamientos que adquieren fuerza descontrolada, la sensibilidad queda afectada, generando las conocidas perturbaciones y daños psico-emocionales.Estas perturbaciones se comportan como condicionamientos y bloqueos cuya gravedad tendrán un alcance e impacto según su intensidad y las circunstancias de la vida personal.