Cuando Mario era niño convirtió su baño en un laboratorio de química, en el que pasaba horas jugando con tubos de ensayo y pociones, soñando con que algún día se convertiría en un científico. Más tarde consiguió trabajo en un renombrado laboratorio y un día, cuando tenía 30 años, llevó a cabo un experimento que reveló que algo aterrador estaba sucediendo sobre nuestras cabezas. La historia de cómo se salvó la capa de ozono implicó un esfuerzo científico tenaz e involucró al naciente movimiento verde de la década de 1980.
Comentarios
Enhorabuena por un trabajo bien hecho y que se sigue haciendo entre todos, que ha evitado un montón de cánceres de piel, aunque quede muucho trabajo por hacer.
http://www.un.org/es/events/ozoneday/