Hace 6 años | Por sinanpacha a sincasaca.com
Publicado hace 6 años por sinanpacha a sincasaca.com

“Meine Kameras, meine Kameras“, susurra la joven con un rictus de dolor, escupiendo sangre mientras mira con los ojos muy abiertos, con expresión de incredulidad, hacia el alto techo del hospital improvisado. Está hecha un desastre y no va a sobrevivir, se dice a sí mismo el doctor Kiszely mientras evalúa rápidamente las lesiones: cavidad abdominal aplastada y abierta, pérdida masiva de sangre, las piernas probablemente rotas… si fuera un soldado, le darían una dosis fuerte de morfina para calmar el tremendo dolor que debía estar sintiendo