Hace 1 año | Por Ripio a reading.ac.uk
Publicado hace 1 año por Ripio a reading.ac.uk

Los monasterios anglosajones fueron más resistentes a los ataques vikingos de lo que se pensaba anteriormente. Lyminge, un monasterio en Kent, estaba en la primera línea de la hostilidad vikinga de larga data que terminó con las victorias de Alfredo el Grande. El monasterio soportó repetidos ataques, pero resistió el colapso durante casi un siglo, a través de estrategias defensivas efectivas implementadas por gobernantes eclesiásticos y seculares de Kent.

Comentarios

D

Cosas de flojuchos pérfidos.

En España se le ha medido el lomo a los vikingos en diversas ocasiones, desde Asturias a Sevilla.

D

#2 En Sevilla Abderramán II les dió candela organizando un ataque desde Córdoba

Guanarteme

La brutalidad vikinga: mito creado por unos señores blancos y protestantes en el siglo XIX para justificar la rapiña del colonialismo, el militarismo, exaltar la heroicidad en la guerra y cierto ideal de masculinidad siniestro y con tintes homoeróticos.

Todo eso de "los vikingos alfas destructores" cuenta más de quienes desarrollaron esta idea que de cualquier fenómeno histórico altomedieval.

benderin

EL vandalismo también cansa. Destruir parece fácil, pero arrasar con todo hasta no dejar rastro es muy trabajoso.

#1 Muy bueno PutoMikel.