Hace 3 años | Por --656120-- a blogs.diariovasco.com
Publicado hace 3 años por --656120-- a blogs.diariovasco.com

La mujer sonreía al pintor, y a los espectadores que iban a ver, años, siglos después, aquella pintura. En la mano sostenía un ramillete de flores -aparentemente recogidas en el campo- y tenía apoyado en una de sus piernas a un niño, su hijo Émile, que parecía algo renuente a ser retratado. El cuadro estaba pintado en el año 1795 y a mi me llevó años saber quién era la mujer que sonreía tan amable, tan cálidamente desde el fondo de dos siglos. Principalmente porque la joven Madame Émilie de Sériziat -que ese era su nombre- apenas tiene Histori