Publicado hace 11 meses por --728351-- a retazosdetoledo.wordpress.com

El origen de estos azulejos cerámicos con los nombres de las primitivas vías, parroquias o conventos se remonta a 1811, cuando Toledo se encontraba bajo el mando de las tropas napoleónicas. El gobierno provisional trató de solucionar problemas básicos de una urbe que, aun estando ocupada, vivía en relativa paz. El nombre rotulado debía corresponder con el antiguo, salvo cuando la documentación no era suficiente. En tal caso, se bautizaban con uno nuevo relacionado con la actividad industrial de la zona, hechos acaecidos, vecinos, etc.

Comentarios

Robus

Me ha recordado un documental de TVE sobre como se pusieron los nombres de algunas calles durante la guerra civil: barriadas con calles sin nombre se registraron, por lo que alguien tuvo que ponerles nombre... y fueron los milicianos que enviaron por las calles con un bote de pintura y con instrucciones de ponerles nombre.

Pues salió un anciano que había sido uno de ellos, diciendo que al principio ponian nombres de cosas "republicanas", después de cosas "comunistas" (Moscu, Karl Marx, Heghel...) pero al poco se quedaron sin inspiración, por lo que iban poniendo según se les ocurría... flores, escritores, músicos...

En su caso comentó que vió pasar unas chicas, apoyó una escalera contra una esquina y subió con el bote de pintura... al pasar las chicas les preguntó como se llamaban para poner su nombre a esa calle, pero las chicas no le contestaron... así que puso su nombre.

Cuando llegaron los nacionales revisaron todos los nombres de las calles y aquellos que eran sospechosos de ser "rojos" los cambiaron, los que no... no.

Así que hoy ese señor tiene una calle a su nombre en Madrid.