La diplomacia romana, con la preocupación de conservar su prestigio entre los bárbaros y de atraer a sus soberanos, encontraba e el empleo de rehenes un excelente medio de aumentar su propaganda, de ubicar a sus espías y de mantener bajo control a la familia de los aliados sospechosos.
Comentarios
Roma no paga a traidores.
Juraría que quién le traicionó fue Moctezuma en alianza con El Cid. Al menos así me lo enseñó el AoEII.