Hace 3 años | Por Esteban_Rosador a nuevatribuna.es
Publicado hace 3 años por Esteban_Rosador a nuevatribuna.es

Esa tarde de 1946 en la plaza mayor de Segovia había poca gente en la calle. La mayoría vestía sotanas y uniformes. «Desde que la religión católica había vuelto a ser oficial,se habían recuperado las manifestaciones de religiosidad; el populacho estaba encerrado en las cárceles, en sus casas o en el exilio, y no tenía cabida en la España actual».Así pensaba la esposa del gobernador civil asomada a una de las ventanas del lujoso piso intentando serenarse.

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Esteban_Rosador

Léase hasta el final.

Cuchipanda

#1 es como el relato corto del dentista (Un día de estos) de Gabo pero en modo Henry Hardcore, tela telae.

-Tiene que ser sin anestesia -dijo.

-¿Por qué?

-Porque tiene un absceso.

El alcalde lo miró en los ojos.

-Está bien -dijo, y trató de sonreír. El dentista no le correspondió. Llevó a la mesa de trabajo la cacerola con los instrumentos hervidos y los sacó del agua con unas pinzas frías, todavía sin apresurarse. Después rodó la escupidera con la punta del zapato y fue a lavarse las manos en el aguamanil. Hizo todo sin mirar al alcalde. Pero el alcalde no lo perdió de vista.

Era una cordal inferior. El dentista abrió las piernas y apretó la muela con el gatillo caliente. El alcalde se aferró a las barras de la silla, descargó toda su fuerza en los pies y sintió un vacío helado en los riñones, pero no soltó un suspiro. El dentista sólo movió la muñeca. Sin rencor, más bien con una amarga ternura, dijo:

-Aquí nos paga veinte muertos, teniente.