La historia de la CIA no se podría escribir sin la influencia de Frank Wisner, jefe de operaciones encubiertas desde 1948 a 1958 cuando fue apartado tras sufrir un colapso mental. En plena Guerra Fría, el objetivo de la Oficina era promover el rearme ideológico contra el comunismo, para lo que se crearon fundaciones, emisoras de radio y revistas. El órgano que dirigía Wisner se convirtió muy pronto en un centro de operaciones encubiertas con un ingente presupuesto. En 1961, se jubiló y cuatro años después decidió quitarse la vida.
Comentarios
cada día le decían un "no hay huevos"
Lo suicidaron
!Alcohólico! Podría ser jefe de operaciones encubiertas pero solo nos quedamos con lo negativo, también era un suicida depresivo workaholic, además de abogado y piltrafa humana, en general. Hay que ser más abierto de mente.