Hace 1 año | Por jctarin a elcomidista.elpais.com
Publicado hace 1 año por jctarin a elcomidista.elpais.com

La delicada planta del café arábica crece desde hace décadas en Agaete, una pequeña localidad situada en el noroeste de Gran Canaria. Allí, en el valle que rodea el pueblo, se dan las condiciones idóneas para obtener granos de calidad. La excepcionalidad y las buenas cualidades del producto fueron desconocidos durante años allende la isla, pero todo cambió cuando Albert Solà, un catalán ya jubilado y amante de esta bebida, convenció a los vecinos del potencial que tenían aquellas semillas a principios de los 2000.

Comentarios

D

Joder, creí que era el hijo de “ El Campechano”.

tiopio

#2 El legítimo heredero al trono de España, de acuerdo con la constitución.

D

#3 Pero como estamos en Hispañistán, a su padre le perdonan todo y él de camarero. Por cierto, tiene otra hermana de sangre en Bélgica, producto de la picha floja del campechano.

Pointman

¡Tenemos café y pistachos! No se que mas se puede pedir.