Hace 3 años | Por Jai077 a labrujulaverde.com
Publicado hace 3 años por Jai077 a labrujulaverde.com

En 1917 el topógrafo británico John Ball hizo un descubrimiento inusual en el desierto líbico, en Egipto. A unos 180 kilómetros al suroeste del Oasis de Dajla encontró dos conos de arenisca aislados que sobresalían de la arena del desierto. Ambas colinas estaban cubiertas de miles de jarras y otras piezas de cerámica, muchas de ellas rotas pero algunas todavía intactas. Las más antiguas tienen tres milenios y medio. Son la versión egipcia de la Colina Testaccio romana, en este caso para crear seguramente un depósito de agua.

Comentarios

ElPerroDeLosCinco

Cuando la naturaleza te regala la pirámide ya hecha, tú solo tienes que alicatar.