Este peculiar observatorio de 40 metros de alto por 40 de ancho se halla en el monte Ikeno, enterrado a un kilómetro de profundidad. Peculiar porque lo que detecta esta estructura son los neutrinos, unas partículas subatómicas con una masa tan pequeña que son capaces de atravesar la materia sólida y que las hace muy difíciles de detectar.
Comentarios
¿En piscinas olímpicas cuanto es?
Todo es tan super en esta noticia...
Lo vi en Cosmos y me pareció interesantísimo.
Buen meneo