Entender la tendencia humana de apelotonarse en un espacio muy reducido, aunque alrededor haya áreas prácticamente vacías, puede ser el inicio de un modelo de lugares públicos menos agresivos.
#1 Hoy he tenido que marcharme del parking casi vacío de 300 plazas a la otra punta porque un imbécil nada más aparcar yo ha venido a dejarlo justo al lado mío y casi no cabía un folio entre los dos coches.
O sea que el genero humano es gregario, gran descubrimiento. Que le den una medalla a Thibault Bonnemain, de la Universidad de Northumbria en Newcastle upon Tyne, Reino Unido
Igual si reduces trenes y amplias el espacio de tiempo entre convoy y convoy, la gente se amontona.
Metro de Madrid ya no vuela, ahora es un pollo de corral.
Comentarios
Lo mismito pasa cuando aparcas el coche, 100% seguro viene otro y se pega al tuyo teniendo 200 metros cuadrados para aparcar
#1 Hoy he tenido que marcharme del parking casi vacío de 300 plazas a la otra punta porque un imbécil nada más aparcar yo ha venido a dejarlo justo al lado mío y casi no cabía un folio entre los dos coches.
Seré un antisocial, pero yo busco siempre no estar como una sardina en lata …
O sea que el genero humano es gregario, gran descubrimiento. Que le den una medalla a Thibault Bonnemain, de la Universidad de Northumbria en Newcastle upon Tyne, Reino Unido
#2 por qué le llamas gregario cuando quieres decir imbécil
#5 Es la neolengua, hay que usar terminos que los indignaditos no entiendan.
Igual si reduces trenes y amplias el espacio de tiempo entre convoy y convoy, la gente se amontona.
Metro de Madrid ya no vuela, ahora es un pollo de corral.
Lo que hay que diseñar son humanos menos gilipollas.
Eso ya lo sabíamos los que usamos los baños públicos , vas a mear y se te pone un tío al lado
#9 Pues hay otra teoría que dice lo contrario. Será que una es para el karma de los días pares y la otra los impares.