Hace 7 años | Por tnt80 a hawaii.edu
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Investigadores de la (Escuela de Ciencias y Tecnología de la tierra y el océano) School of Ocean and Earth Science and Technology (SOEST) de la Universidad de Hawai'i en Mānoa han descubierto recientemente que los datos de infrarrojos por satélite pueden ser utilizados para predecir cuándo terminarán las erupciones con flujos de lava.

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tnt80

Traducción algo aproximada y libre del texto de la noticia:
"Investigadores de la (Escuela de Ciencias y Tecnología de la tierra y el océano) School of Ocean and Earth Science and Technology (SOEST) de la Universidad de Hawai'i en Mānoa han descubierto recientemente que los datos de infrarrojos por satélite pueden ser utilizados para predecir cuándo terminarán las erupciones con flujos de lava.

Usando datos de satélites de la NASA, Estelle Bonny, una estudiante graduada del Departamento de Geología y Geofísica del SOEST, y su mentor, el investigador del Instituto de Hawai'i para Geofísica y Planetología (HIGP) cgi-bin/higp/directory.cgi?func=disp&searchname=RobertWright [[Robert Wright,]] pusieron a prueba una hipótesis publicada en 1981 que detallaba cómo el caudal de los flujos de lava cambian durante una erupción efusiva típica. El modelo predecía que una vez las erupciones con flujos de lava comenzaban, el caudal al que sale la lava por el respiradero alcanzar rápidamente su máximo y entonces se reduce a cero a lo largo de un periodo de tiempo mucho mayor -cuando el caudal llega a cero, la erupción ha terminado.

La facultad de HIGP desarrolló un sistema que utiliza mediciones infrarrojas realizadas por los sensores MODIS de la NASA para detectar y medir las emisiones de calor de los volcanes en erupción -el calor se utiliza para deducir la tasa de flujo de lava.

"El sistema ha estado monitorizando cada kilómetro cuadrado de la superficie de la Tierra hasta cuatro veces al día, desde el año 2000", dijo Bonny. "Durante ese tiempo, hemos detectado erupciones de más de 100 volcanes diferentes por todo el globo. La base de datos para este proyecto contiene 104 erupciones con flujo de lava de 34 volcanes con los cuales hemos probado esta hipótesis".

Una vez se alcanzaba el pico de flujo, los investigadores determinaron la situación en la que se encontraba el volcán en la curva de decrecimiento de flujo predicha y por tanto, predecir cuándo la erupción terminaría. Aunque el modelo se postuló hace décadas, esta es la primera vez que se han usado datos de satélites para probar cómo de útil es esta aproximación para la predicción del final de una erupción efusiva. La prueba fue un éxito.

"Ser capaces de predecir el final de una erupción con flujo de lava es realmente importante porque reduciría enormemente la disrupción causada a los afectados por la erupción, por ejemplo, aquellos que vivan cerca del volcán y hayan sido evacuados", dijo Bonny.

"Este estudio es potencialmente relevante para la isla de Hawai'i y sus volcanes activos", dijo Wright. "Una futura erupción del Mauna Loa puede esperarse que muestre esta clase de patrón de ratio de descarga de lava que nos permitiría utilizar este método para predecir el final de la erupción desde el espacio".

En el futuro, los investigadores planean utilizar esta aproximación durante una erupción en curso como una casi real herramienta predictiva. "

Traducción del pie de la primera imagen:
"El volcán en erupción Piton de la Fournaise. Crédito: U.S. Geological Survey."

Traducción del pie de la segunda imagen:
"El Monte Etna desde el espacio. Crédito: NASA and U.S./Japan ASTER Science Team."

Traducción del pie de la tercera imagen:
"Mapa de los 34 volcanes utilizados para probar la hipótesis. Modificado a partir Google Maps"