Hace 3 meses | Por spacemenko a ludd.es
Publicado hace 3 meses por spacemenko a ludd.es

Hablar del glioma de tronco encefálico, un tipo de tumor cerebral, era, hasta hace muy poco, hablar de una enfermedad incurable. Sin embargo, el caso de Lucas, un niño de 13 años al que le diagnosticaron la dolencia con seis años, es un rayo de esperanza con el que no contaba la ciencia. El médico francés Jacques Grill se emociona al recordar haber tenido que decirles a los padres de Lucas que su hijo iba a morir. Ocurre que, siete años después de detectarle el cáncer mortal, no queda rastro del tumor. “Ha superado todos los pronósticos”...

Comentarios

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Vaya suerte! Vamos, te dan un diagnóstico que ya te avisan que nadie se salva, y a los días te dicen que hay esperanza por primera vez en la historia, y vamos, es para no creérselo!

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Con la radioterapia se puede frenar o aminorar la rápida marcha del tumor agresivo, pero no hay fármaco que se haya demostrado eficaz. Con estos datos, Lucas y su familia viajaron desde Bélgica a Francia tras el diagnóstico inicial. La idea era poder convertirse en uno de los primeros pacientes en unirse al ensayo BIOMEDE, donde se prueban posibles nuevos fármacos para este cáncer.

Los avances de la ciencia nunca dejan de maravillarme. kiss