El SARS-CoV-2 ha logrado contagiar a más de 41 millones de individuos en el mundo.., nos recuerda claramente lo mucho que no sabíamos del COVID-19 y lo que nos queda por aprender. Sinembargo, empíricamente, solo con la Ley de Murphy conseguiríamos contagiarnos, si de superficies se trata.
La mejor defensa que podremos tener contra la enfermedad no se dará tanto a través de qué tan limpio mantengamos el pomo de nuestra puerta. De hecho, dependerá más de qué tan conscientes y sistemáticos seamos con el lavado de nuestras manos.
Comentarios
Solo aprovecho para recordar que en estos meses pasado hemos visto en las noticias como algo "normal" desinfectar las calles o las playas. Para que os hagáis un idea del nivel.
Es un texto para reforzar los habitos higiénicos- en concreto el lavado de manos - e invertir menos energía en la limpieza neurótica de todo lo que nos rodea.
#2 Yo es el cambio más grande que he hecho en esta pandemia, el lavado de manos, y sobretodo, evitar tocar cosas para evitar la contaminación cruzada.
Y observo que la gente sigue tocando la puerta, la barandilla, el botón del ascensor, reciben el cambio y no se lavan las manos después... cosas que hace más de 5 meses que ya tengo interiorizadas
Y en casa las manos me las lavo una vez, al llegar, no estoy cada 0 minutos como un TOC
#3 Tengo conocidos que... te reciben con unas toallitas desinfectantes- cuando llegas a su casa - de esas de los aviones y te fumigan la gabardina y los zapatos antes de franquearte la entrada. Pero luego... nadie lleva mascarilla ni dentro de la casa. Yo lo interpreto como una especie de ritual al estilo japonés uwabaki / genkan. Una cerenonia de bienvenida. Pero muy poco efectiva para lo que estamos hablando.
Desde que empezó esto jamás me he molestado en desinfectar los zapatos. compra, llaves, móvil.....solo lavarme las manos. Vivo al límite.