Hace 3 años | Por --657294-- a bbc.com
Publicado hace 3 años por --657294-- a bbc.com

El experimento consistió en internar a personas sanas en psiquiátricos. Usando identidades falsas, reportaron tener el mismo síntoma: dijeron que escuchaban una voz que decía una de tres palabras: "golpe", "vacío" o "hueco". Según escribió el profesor de la Universidad de Stanford en su famoso paper, eso fue suficiente para que todos fueran internados. Su trabajo también contaba que a pesar de que todos se comportaron con total normalidad una vez que se los admitió, varios de ellos -incluyéndolo a él- fueron retenidos por varios días.

Comentarios

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Sin embargo, Cahalan descubrió que hubo un noveno "pseudopaciente" que participó del experimento, pero no fue incluido en los resultados finales.

...no descubrió nada, lo pone a pie de página el propio Rosenhan en su artículo, nota 6: "Data from a ninth pseudopatient are not incorporated in this report because, although his sanity went undetected, he falsified aspects of his personal history".

Pero cuando Cahalan logró dar con él, descubrió que su experiencia había sido muy diferente a la del resto. [...] "Mientras que David Rosenhan describió un inframundo de abuso y abandono, Harry Lando describió su experiencia como casi mágica", afirma.

Harry A. Lando, el noveno "pseudopaciente", escribió él mismo un artículo describiendo su experiencia, fué publicado en el Professional Psychology en 1975, bajo el título On Being Sane in Insane Places:A Supplemental Report.

"El doctor Bartlett no fue un mal médico que tomó una mala decisión (...) Fue un buen médico que hizo lo mejor que se podía hacer dada la información que recibió", afirma Cahalan.

Efectivamente, esa es la conclusión a la que llegó Rosenhan...

En fin, como trabajo periodístico le ha quedado regulero.

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La psicología tiene mucho trabajo pendiente con los experimentos del siglo pasado.

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#1 Y el periodismo también por lo que parece.